El cacahuete, ese fruto ovalado y crujiente que tan comúnmente encontramos infiltrado en los cocktails de frutos secos, no es un fruto seco, como cree la mayoría de la población, sino una legumbre. Y es que esta semilla comestible, prima de las lentejas o los guisantes, procede de una planta llamada Arachis hypogaea, de la familia de las fabáceas o leguminosas. Su calificación como fruto seco, sin embargo, no es tan descabellada, pues comparte más características a nivel nutricional con ellos que con las legumbres.
El cacahuete es un alimento que se ha popularizado durante los últimos años, concretamente en su formato de mantequilla o crema. Su alto aporte energético y proteico, interesante para ciertos colectivos como los deportistas, o la versatilidad que promete en la cocina -imagen reforzada por las redes sociales, que lo incluyen en infinidad de recetas-, tienen buena culpa de ello.
La repentina "glorificación" que ha experimentado llama la atención, pues hasta no hace mucho tiempo se percibía como un producto poco recomendable, tanto por los profesionales de la salud como por gran parte de la población general. Aunque su perfil lipídico puede considerarse cardiosaludable (la mayor parte de sus grasas son monoinsaturadas y poliinsaturadas), puede asustar un poco el hecho de que, básicamente, el 50% de su composición es grasa. Aún así, actualmente es posible encontrar recetas que incluyen el cacahuete como ingrediente, incluso en el caso de algunos platos preparados.
En la mala fama de la mantequilla de cacahuete también ha podido influir su habitual presencia en las series y películas estadounidenses -sin duda, grandes difusoras de su cultura y costumbres-, donde no es raro encontrarla formando parte de los desayunos y meriendas de sus personajes. Así, este producto se asocia inconscientemente con la malsana dieta norteamericana, caracterizada por ser rica en grasas y azúcares añadidos y por ostentar el dudoso honor de ser la cuna de la comida rápida, cuyos representantes más clásicos son las hamburguesas, los perritos calientes o el pollo frito.
Saludable si contiene un 100% de cacahuete
Para que una crema de cacahuete sea saludable debe contener un 100% de cacahuetes en su composición, los cuales proporcionan grasas insaturadas (cardioprotectoras), una cantidad significativa de proteínas vegetales (28%) y casi un 10% de fibra (saciante y beneficiosa para el tránsito intestinal). Además, son ricos en vitamina E y vitaminas del grupo B y en minerales como potasio, fósforo y magnesio. La adición de azúcares, grasas o sal en el producto es prescindible, pues repercute directamente en que este deje de ser una opción sana.
Afortunadamente, la mantequilla de cacahuete que más se está demandando en nuestro país es una versión compuesta íntegramente por cacahuetes, y no la amalgama ultraprocesada que se disfruta tanto al otro lado del charco. No obstante, hay que tener presente que su consumo debe ser moderado, sobre todo en planes de adelgazamiento, pues su valor calórico es muy elevado.