Sabemos que tenemos el verano a la vuelta de la esquina y a todos nos gusta cuidarnos un poquito antes su llegada. Te damos unos sencillos consejos que te ayudarán a afinar tu silueta notablemente.
Con la llegada del buen tiempo, a todos nos asustan esos kilitos que nos sobran pero antes de ponernos en marcha con la llamada "operación bikini" debemos tener en cuenta que recurrir a las dietas rápidas es siempre un error, pues su efecto rebote consigue agravar aún más los problemas de sobrepeso.
Ante la "Operación Bikini" las prisas son siempre el peor enemigo. El no ponerse con el reto a tiempo, empuja a muchas personas a seguir las llamadas dietas milagro o dietas rápidas. Con estas dietas se pierde mucho peso, pero ¿a qué precio? Sabemos que las dietas milagro no sólo son peligrosas para la salud, sino que siempre consiguen ralentizar el metabolismo y con ello, aumentan la tendencia a coger peso de esa persona.
Como estamos a tiempo de perder unos buenos kilitos con la dieta equilibrada y el orden de comidas, desde MenuDiet os animamos a seguir estos sencillos consejos para adelgazar antes de verano:
Desayunar es imprescindible
El desayuno ideal consta de un lácteo desnatado + Una ración de pan integral con mermelada sin azúcar o cereales de desayuno sin azúcar + Una pieza de fruta evitando las más calóricas como el plátano, chirimoya, caqui o mango.
Hacer un desayuno completo es especialmente importante para "activar" nuestro cuerpo y nuestro metabolismo desde primera hora del día. Al regular ya desde primera hora los niveles de insulina, se contribuye a un buen funcionamiento de la misma que ayudará a mantener a raya tanto los niveles de azúcar como la ansiedad.
Elegir un par de tentempiés ligeros entre horas (mañana y tarde)
Si elegimos alimentos muy ligeros (como los yogures desnatados y edulcorados o pequeñas raciones de frutas, queso fresco 0% o fiambre magro) cuando llevamos unas 3-4 horas sin ingerir nada, podemos afirmar que estamos comiendo y quemando calorías a la vez. Esto es así, porque nuestro cuerpo gasta más calorías en digerirlos y metabolizarlos de lo que aportan los propios alimentos en sí. Estaremos por tanto nutriéndonos y calmando o previniendo la ansiedad, a la vez de estar quemando calorías ¿qué más se puede pedir? ;)
Opta por una dieta adecuada: la dieta equilibrada
Siempre debemos combinar nuestros menús de modo que los tres macronutrientes estén presentes en todas las comidas principales del día. Si el objetivo es adelgazar, no nos queda más remedio que disminuir un poquito los hidratos de carbono complejos como son las pastas, arroces, pan, patatas... y sustituirlos por raciones de verdura, que también contienen hidratos de carbono pero en menor cantidad, por eso su valor calórico es menor.
Los primeros platos del mediodía serán cinco días platos de verdura (cremas, sopas, ensaladas, verduras rehogadas, salteadas o a la plancha ), un día pasta, arroz o patata y otro día legumbre. Estos primeros platos se acompañarán siempre con una proteína ligera (carnes magras, pescados, mariscos o huevos).
Para las cenas se puede optar por un plato único completo como pueden ser las ensaladas proteicas que llevan una cantidad adecuada de verduras y hortalizas a la vez que aportan una buena proteína. Algunos ejemplos son las ensaladas con huevo, con pollo salteado, con atún, de pescado o mariscos... Si hemos elegido plato único para cenar es bueno tomar un yogur desnatado y edulcorado como postre.
Otra opción para las cenas es elaborar un primer plato a base de verduras y un segundo plato a base de pollo, pavo, pescado blanco o huevo. De postre infusión con sacarina.
Escucha a tu cuerpo para evitar la ansiedad
Ser constante es el verdadero truco para adelgazar bien y de forma definitiva, por eso las dietas muy restrictivas jamás funcionan a largo plazo. Tenemos que definir con nuestro dietista los alimentos y platos que más nos gustan y más nos sacian, para así llevar el régimen de adelgazamiento como un estilo de vida agradable y sano.
Es ideal ponerse manos a la obra y empezar a elaborar recetas sencillas que además de ligeras, sean apetecibles y sabrosas. Si llevamos una dieta variada perderemos la sensación de estar siguiendo una dieta para adelgazar y los resultados serán estupendos.
Si es cierto, que aun estando bien saciados y repletos con nuestra dieta en ocasiones el cuerpo nos pide "algo prohibido" y aunque a veces hay que echar mano de la fuerza de voluntad, otras veces conviene darse un respiro y permitirse un caprichito que nos ayude a desconectar. En este caso será el dietista quien decida y marque los límites, ya que si lo hacemos por cuenta propia podemos estar truncando el objetivo.
Combina diferentes ejercicios para un mejor resultado
Hacer ejercicio es una gran ayuda para las dietas de adelgazamiento, además de reforzar nuestra salud, mantener activo nuestro metabolismo y ser una vía de escape desde el punto de vista psicológico.
A veces cuesta arrancar, pero hay tanta variedad de deportes y ejercicios que simplemente se trata de buscar una que se adapte a nosotros para continuar durante mucho tiempo con este hábito sin estar haciendo un esfuerzo constante.
Recomendamos combinar 4 días a la semana de ejercicio cardiovascular (unos 45-60 minutos diarios) para quemar grasa localizada de nuestro cuerpo y disminuir volumen corporal.
Un día por semana, es importante combinar el ejercicio cardiovascular con ejercicio de fuerza (pesas, zancadas, sentadillas, abdominales, etc.). El ejercicio de fuerza tonifica y fortalece nuestros músculos y esto es realmente importante, ya que a mayor masa muscular más calorías quema nuestro cuerpo. Fortalecer nuestra masa muscular es una estupenda forma de prevenir el sobrepeso activando nuestro metabolismo.
Para los que no sean demasiado amantes del deporte, existen opciones muy divertidas como el aerobic, danza, pádel, tenis, etc. siempre resultan más amenas si se llevan a cabo ¡con un compañero o amigo! Buscar el apoyo de un entrenador personal también es una estupenda idea.
Toma líquidos
Beber suficiente agua o infusión es esencial para forzar la salida de líquidos y evitar la pesadez de piernas y la hinchazón a nivel de tobillos, rodillas y en ocasiones abdomen.
Hay que tomar unos 2 litros (8 vasos de agua al día) y evitar siempre zumos comerciales y refrescos con gas o azúcar. Si te cuesta beber agua puedes adornar su sabor añadiendo unas gotitas de limón y una pizca de sacarina.
No descuides tu piel
A la hora de adelgazar no podemos perder de vista que la piel puede quedarse flácida, para evitarlo al comenzar la dieta de adelgazamiento es importante comenzar a darse cremas o aceites hidratantes a diario para que nuestra piel luzca tersa y bonita. Las cremas anticelulíticas y reductoras no son mágicas, pero combinadas con dieta y ejercicio sí son una ayuda.
Con estos sencillos consejos podrás perder un par de tallas antes de verano casi sin esfuerzo y lo mejor de todo ¡mantenerlo! Recuerda que la pérdida de volumen es la evidencia de pérdida de peso en grasa, no te obsesiones con la báscula simplemente observa como tu silueta se afina cada semana.
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