En ocasiones durante la dieta de adelgazamiento las apetencias por tomar algo dulce se hacen muy fuertes. Siempre podemos permitirnos un caprichito pero si este capricho está pensado para dieta será mucho mejor que si recurrimos a algo cargado de grasas y azúcares como la bollería industrial.
Os proponemos un bizcocho muy ligero para el desayuno del fin de semana que no sólo servirá para quienes están a dieta sino para toda la familia, ya que queda realmente jugoso y bueno:
Ingredientes
- Harina integral: 250 g.
- Manzana rallada (rállala en el momento de añadirla): 1
- Yogures desnatados: 2
- Leche desnatada: Un vaso pequeño
- Azúcar moreno: 100 g.
- Edulcorante acalórico: Unas gotitas
- Aceite de oliva: 100 g.
- Bicarbonato: 1 cucharadita
- Levadura en polvo: 1/4 de sobre
Elaboración
Ahora, engrasamos ligeramente un molde, añadimos la mezcla anterior a dicho molde, lo llevamos al horno a 175 ºC aproximadamente durante unos 35 minutos.
Comentarios del dietista
El ingrediente principal es la harina integral, que nos aporta todas las ventajas de los alimentos integrales, éstas ventajas son muchas y muy variadas como ya hemos visto en otros artículos (mayor sensación de saciedad, mayor contenido de nutrientes, arrastra parta de las grasas y de los radicales libres, evita estreñimiento, consigue un mejor control de azucares en sangre, etc).
El contenido de azúcar es inferior a la mayoría de recetas de este tipo y se compensa con un poquito de edulcorante sin calorías, además hemos propuesto el azúcar moreno que tiene más cantidad de fibra y por tanto, tiene ventajas frente al azúcar refinado. La manzana además de aportar nutrientes como las vitaminas y minerales, aporta un azúcar natural (fructosa) que también le dará dulzor a la receta.
El aceite de oliva es la única grasa que aparece ya que hemos retirado los huevos (que contienen grasa en su yema), esta es otra ventaja para la dieta pues los huevos son un ingrediente muy habitual en las recetas de bizcochos. El ácido oleico del aceite de oliva es capaz de moderar los lípidos en sangre aumentando los niveles de colesterol bueno (HDL) y reduciendo el colesterol malo (LDL).