Los radicales libres son sustancias peligrosas por ser muy reactivas. Son capaces de dañar nuestras células provocando tumoración entre otros problemas y sólo podemos reducirlas a través de los antioxidantes.
Ya vimos semanas atrás en el artículo sobre los antioxidantes lo que son estas sustancias, la función que tienen en el organismo y los tipos de antioxidantes más conocidos.
En el artículo anterior recordamos los antioxidantes que se ingieren con la dieta, así como los alimentos que los contienen. Citamos las vitaminas A, E y C, el selenio y el zinc, los polifenoles (como los flavonoides) y los carotenoides (como el licopeno y el betacaroteno).
En este artículo veremos algunos antioxidantes menos conocidos, ya que no se ingieren con la dieta sino que aparecen en nuestro medio interno. Su actividad a la hora de eliminar radicales es muy eficiente:
- SUPERÓXIDO DISMUTASA: Es un antioxidante enzimático que aparece en el interior de nuestras células. Ayuda a que una sustancia peligrosa llamada superóxido se transforme en moléculas se oxígeno y en peróxido de hidrógeno, para que posteriormente otros antioxidantes se puedan deshacer de dichas sustancias.
- CATALASA: La catalasa es un enzima capaz de convertir el peróxido de hidrógeno (tóxico) en moléculas de agua. Aparece en unas estructuras de nuestras células llamadas peroxisomas. Su actividad es enorme ya que una sola molécula de catalasa es capaz de convertir 6 millones de moléculas de peróxido de hidrógeno en agua cada minuto.
- MELATONINA: Es una hormona que sintetiza nuestro cerebro y se encarga de eliminar los radicales libres del oxígeno que son muy agresivos.
- GLUTATION PEROXIDASA: Uno de los mecanismos de defensa antioxidante más eficaz es el metabolismo del glutation. Existen diferentes formas de este enzima siendo algunas de ellas dependientes del selenio, es decir que necesita que ingiramos selenio con la dieta para poder llevar a cabo su función detoxificadora. Recordamos que el selenio aparece en cereales integrales, carne, pescado y marisco.
- TIOLES ANTIOXIDANTES: Es un antioxidante multifuncional muy importante que se encuentra dentro de las células en diferentes estructuras celulares como la el núcleo, la mitocondria y el citoplasma.
Como vemos nuestro cuerpo está preparado para hacer frente a las agresiones externas sin embargo, no podemos dejar de ingerir con la dieta los antioxidantes citados al principio del artículo, ya que la vida actual (sobre todo en las grandes ciudades) estamos expuestos a un sinfín de agresiones externas que producen radicales libres y con ello, una amenaza para nuestra salud.
Los factores que aumentan los radicales libres tan perjudiciales son la contaminación ambiental, hábitos tóxicos como alcohol o tabaco, el consumo excesivo de productos industriales con aditivos químicos y grasas indeseables, el sedentarismo, las largas exposiciones al sol, el estrés, las dietas altas en calorías, en grasas o en proteínas, etc.
Viviendo en un mundo más contaminado debemos aumentar notablemente el consumo de alimentos naturales, así como la ingesta de frutas y verduras con respecto a nuestros antepasados. Sin embargo, la tendencia es al contrario y cada vez nos separamos más de la dieta mediterránea, por eso las enfermedades crónicas y cardiovasculares como cánceres, diabetes, infartos e ictus son cada día más comunes en nuestra sociedad.