Trastorno por atracón o de la ingesta compulsiva

Trastorno por atracón o de la ingesta compulsiva

El trastorno por atracón, también conocido como trastorno de la ingesta compulsiva o binge eating disorder (BED) en inglés, es un trastorno alimentario caracterizado por episodios recurrentes de ingestas excesivas y descontroladas de alimentos en un corto período de tiempo. Estos episodios, llamados "atracones", se producen de forma compulsiva y se acompañan de una sensación de falta de control. En este artículo veremos algunos puntos claves sobre el trastorno por atracón.

Síntomas

Los síntomas del trastorno por atracón pueden variar de una persona a otra, pero generalmente incluyen los siguientes:

Episodios recurrentes de ingesta descontrolada

Las personas con trastorno por atracón tienen episodios en los que consumen grandes cantidades de comida en un corto período de tiempo, mucho más rápido de lo que la mayoría de las personas comerían en circunstancias similares. Durante estos episodios, se sienten incapaces de controlar o detener su alimentación.

Sensación de falta de control

Durante los atracones, las personas con este trastorno tienen una sensación abrumadora de falta de control sobre su capacidad para dejar de comer o regular la cantidad de comida que consumen.

Consumo rápido y sin disfrute

Durante los atracones, las personas pueden comer rápidamente y sin saborear ni disfrutar realmente la comida. Pueden tener una sensación de "zona de trance" o desconexión durante el episodio.

Ingesta de grandes cantidades de comida

Durante los episodios de atracón, se consumen cantidades significativamente mayores de alimentos en comparación con lo que una persona consideraría normal en una situación similar.

Sentimiento de culpa y vergüenza

Después de los atracones, es común que las personas experimenten sentimientos intensos de culpa, vergüenza, disgusto o arrepentimiento por su falta de control alimentario.

Comer a escondidas

Algunas personas con trastorno por atracón pueden preferir comer en secreto o en solitario debido a la vergüenza asociada con sus comportamientos alimentarios.

Malestar físico

Los atracones pueden provocar malestar físico, como sensación de hinchazón, malestar estomacal, náuseas o malestar general.

Conviene destacar que los síntomas del trastorno por atracón deben estar presentes de manera recurrente y persistente para que se pueda realizar un diagnóstico adecuado. Si crees que puedes estar experimentando estos síntomas, es recomendable buscar ayuda profesional de un médico o psicólogo especializado en trastornos alimentarios.

Frecuencia y duración

Para que se pueda diagnosticar el trastorno por atracón, los episodios de ingesta compulsiva deben ocurrir con cierta frecuencia y duración. Estos son los criterios específicos:

Frecuencia

Los atracones deben ocurrir, como mínimo, una vez a la semana durante al menos tres meses consecutivos. Es importante que los episodios de ingesta descontrolada se repitan de manera recurrente en el tiempo para considerarse un trastorno.

Duración del episodio

Durante los atracones, se consumen grandes cantidades de comida en un período de tiempo limitado, generalmente en un lapso de dos horas o menos. La duración específica de cada episodio puede variar de una persona a otra.

Factores desencadenantes

El trastorno por atracón puede ser desencadenado por una variedad de factores, que pueden ser emocionales, psicológicos, ambientales o sociales. Aquí se presentan algunos de los factores desencadenantes comunes asociados con el trastorno por atracón:

Estrés emocional

El estrés emocional es un factor desencadenante importante para muchos individuos con trastorno por atracón. Situaciones estresantes como problemas familiares, laborales, académicos o personales pueden llevar a recurrir a los atracones como una forma de escape o consuelo emocional.

Problemas de salud mental

El trastorno por atracón está frecuentemente asociado con otros trastornos de salud mental, como la depresión, la ansiedad, el trastorno de estrés postraumático o los trastornos de la conducta alimentaria. Estos trastornos pueden interactuar y potenciarse mutuamente, exacerbando los atracones compulsivos.

Baja autoestima y problemas de imagen personal

La insatisfacción con la apariencia física y la baja autoestima pueden desempeñar un papel importante en el desarrollo y mantenimiento del trastorno por atracón. Los atracones pueden ser utilizados como una forma de hacer frente a los sentimientos negativos sobre la imagen corporal y la baja autoestima.

Dietas restrictivas previas

Las personas que han seguido dietas restrictivas o han tenido patrones alimentarios muy restrictivos en el pasado pueden tener un mayor riesgo de desarrollar el trastorno por atracón. Las restricciones dietéticas pueden provocar una sensación de privación y desencadenar episodios de ingesta descontrolada.

Factores ambientales y sociales

Factores como la disponibilidad de alimentos altamente palatables, la presión social para comer en exceso en situaciones sociales, la publicidad de alimentos y la falta de habilidades para afrontar el estrés pueden influir en el desarrollo del trastorno por atracón.

Es importante tener en cuenta que los factores desencadenantes pueden variar de una persona a otra, y no todas las personas con trastorno por atracón experimentarán los mismos desencadenantes. Además, los factores desencadenantes pueden interactuar entre sí, lo que complica aún más la comprensión del trastorno y su tratamiento.

Consecuencias

El trastorno por atracón puede tener una serie de consecuencias tanto físicas como emocionales. A continuación, se describen algunas de las posibles consecuencias asociadas a este trastorno:

Aumento de peso

Los atracones recurrentes y el consumo excesivo de alimentos pueden llevar al aumento de peso y, en algunos casos, a la obesidad. Esto puede dar lugar a problemas de salud relacionados, como diabetes tipo 2, enfermedades cardíacas, presión arterial alta y problemas articulares.

Problemas de salud física

La obesidad y el aumento de peso asociados al trastorno por atracón pueden aumentar el riesgo de desarrollar afecciones médicas, como enfermedades cardiovasculares, hipertensión arterial, colesterol alto, diabetes, enfermedad hepática grasa no alcohólica y apnea del sueño, entre otras.

Malestar gastrointestinal

Los atracones y la ingesta excesiva de alimentos pueden causar malestar gastrointestinal, como sensación de hinchazón, dolor abdominal, indigestión y problemas intestinales.

Problemas emocionales y psicológicos

El trastorno por atracón puede tener un impacto significativo en la salud emocional y psicológica. Las personas que lo experimentan pueden sentir una profunda vergüenza, culpa, baja autoestima y depresión. Además, el trastorno por atracón puede interferir con las relaciones interpersonales y provocar aislamiento social.

Deterioro en la calidad de vida

El trastorno por atracón puede afectar negativamente la calidad de vida de una persona. Los atracones pueden generar un ciclo de comportamiento dañino, en el que la persona se siente atrapada y desesperada por romper el patrón. Esto puede interferir con la vida diaria, el rendimiento académico o laboral, y las actividades sociales.

Es importante destacar que cada persona puede experimentar las consecuencias de manera diferente y la gravedad de las mismas puede variar. Sin embargo, como hemos visto, en general el trastorno por atracón puede tener un impacto significativo en la salud física, emocional y social de la persona que lo padece.

Tratamiento

El tratamiento del trastorno por atracón generalmente incluye una combinación de enfoques terapéuticos, que pueden abordar tanto los aspectos físicos como los emocionales del trastorno. Algunas de las opciones de tratamiento comunes son las siguientes:

Terapia cognitivo-conductual (TCC)

La TCC es una forma de terapia que se enfoca en identificar y cambiar los pensamientos y comportamientos disfuncionales asociados con el trastorno por atracón. Esta terapia puede ayudar a las personas a desarrollar habilidades para afrontar los atracones, regular las emociones y mejorar la autoestima.

Terapia interpersonal

Este enfoque terapéutico se centra en las relaciones interpersonales y puede ayudar a las personas a abordar los problemas emocionales y sociales subyacentes que pueden contribuir al trastorno por atracón. La terapia interpersonal puede ayudar a mejorar las habilidades de comunicación, resolver conflictos interpersonales y fortalecer el apoyo social.

Terapia psicodinámica

Este tipo de terapia se basa en la exploración de los procesos inconscientes y los vínculos emocionales pasados que pueden influir en el trastorno por atracón. El objetivo es comprender las causas subyacentes del trastorno y trabajar para resolver los problemas emocionales no resueltos.

Terapia de grupo

Participar en terapia de grupo puede brindar un entorno de apoyo donde las personas con trastorno por atracón pueden compartir experiencias, recibir apoyo mutuo y aprender de los demás. La terapia de grupo puede ayudar a reducir la sensación de aislamiento y proporcionar una red de apoyo.

Medicación

En algunos casos, se pueden recetar medicamentos para tratar los síntomas asociados con el trastorno por atracón, como la depresión, la ansiedad o los trastornos del estado de ánimo. Sin embargo, los medicamentos suelen ser utilizados en combinación con la terapia, y su uso específico debe ser determinado por un profesional de la salud.

Además de estos enfoques terapéuticos, es posible que se trabaje con un dietista-nutricionista para desarrollar un plan de alimentación saludable y equilibrado, así como estrategias para regular el apetito y promover hábitos alimentarios saludables.

Cabe destacar que cada individuo es único y el tratamiento puede variar según las necesidades y circunstancias personales. Es fundamental buscar la ayuda de profesionales de la salud mental especializados en trastornos alimentarios para recibir un diagnóstico adecuado y un plan de tratamiento individualizado.