Cada día es más común oír hablar de los fitoquímicos debido a las grandes ventajas que estas sustancias naturales pueden aportar a nuestro cuerpo.
Algunos de estos fitoquímicos, a los que también se les conoce como fitonutrientes, son más conocidos (como es el caso de los carotenoides, los flavonoides, los licopenos y la luteína) mientras que otros son menos conocidos como es el caso de la criptoxantina, los terpenos, zeaxantina, los sulforafanos y los organosulfidos.
Estas sustancias aparecen en las plantas y son las responsables de darles su color. Es curioso que ya en la propia planta, los fitoquímicos tienen una función protectora, pues las protegen de la luz solar y de infecciones bacterianas.
Por otra parte, en nuestro cuerpo se encargan de las siguientes funciones:
- Actúan como antioxidantes y previenen aparición del cáncer.
- Eliminan los tóxicos del organismo.
- Prevención de problemas oculares como cataratas o degeneración macular.
- Reducen la inflamación y protegen el sistema inmune.
- Protección cardiovascular y disminución de la tensión arterial.
Para saber qué alimentos tienen fitoquímicos sólo tenemos que fijarnos en su color. Cuanto más vivo es el color de un alimento vegetal más propiedades aporta. Veamos algunas de ellas:
- Los vegetales de color rojizo son ricos en licopeno un fitoquímico con gran poder antioxidante. Se relacionan con la prevención de cáncer de próstata y accidentes cardiovasculares. El ejemplo más representativo es el tomate.
- Los vegetales morados pueden presentar un fitoquímico llamado antocianina (aparece en las moras) o bien, otro llamado flavonoide que aparece en uvas y subproductos como el vino, en fresas o ciruelas.
- Los vegetales de color amarillo anaranjado o naranja (como melocotón, zanahoria o calabaza) presentan carotenos, también muy conocidos y apreciados por sus propiedades anticancerosas.
- Entre los vegetales de color verde, están los que presentan luteína y zeaxantina como las espinacas, el aguacate o el melón que actúan como antioxidantes a nivel ocular y otros vegetales que presentan unos fitoquímicos llamados sulforafanos que se relacionan con la prevención del cáncer de pulmón y aparecen en brócoli y coles de bruselas.
- Otros que no presentan ningún color llamativo como son la cebolla y el ajo contienen compuestos sulfurados que como ya hemos visto en otros artículos de nutrición, se encargan se hacer más fluida la sangre y con ello reducir el riesgo de trombos.
Como vemos, no sólo las vitaminas y minerales son los encargados de proteger nuestros tejidos y sistemas, sino que los fitoquímicos o fitonutrientes también colaboran activamente en este fin.
Comer frutas y verduras en la dieta diaria es fundamental para aportar a nuestro cuerpo todas estas sustancias que tanto nos ayudan a mantenernos sanos. Es importante destacar que los fitoquímicos en forma de pastillas no tienen los mismos efectos e incluso pueden ser perjudiciales, por lo que la alimentación es fundamental.
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