La astenia primaveral es un síntoma o trastorno pasajero que viene dado con la llegada de esta nueva estación. En esta época del año se experimentan grandes cambios ambientales y nuestro cuerpo tiene que adaptarse a ellos (más horas de luz, mayor temperatura, cambio horario, modificaciones en la humedad y presión atmosférica, etc).
Ante tal aluvión de cambios, nuestro cuerpo se desestabiliza y suelen aparecer síntomas como cansancio físico y mental, bajada de defensas (muy típicos los herpes labiales), caída del cabello, falta de concentración, mal humor, alteraciones del sueño, etc.
¿Cómo podemos superarlo? Pues prestando mayor atención a las necesidades de nuestro cuerpo y mimándonos un poquito más a nosotros mismos. Veremos algunas ideas:
- Ordénate: Ordena tus comidas, tus horarios de sueño, respeta los horarios de tu jornada laboral así como el tiempo de ocio, planifica las tareas de la semana para desarrollarlas cómodamente, etc. Esto es costoso los primeros días, pero a la larga disminuye notablemente el estrés.
- Busca un sueño reparador: Deja las preocupaciones en la oficina y desconecta haciendo un poquito de ejercicio físico al final del día (evita los deportes competitivos). El deporte a última hora del día, seguido de una ducha tibia y una infusión relajante es una estupenda manera de conciliar el sueño.
- Dieta equilibrada, especialmente abundante en frutas y verduras: Nos interesa que el cuerpo reciba mayor cantidad de vitaminas y minerales en esta temporada de tanto cambio ambiental, pues los micronutrientes están muy relacionados con el sistema nervioso y el sistema inmune entre otros:
- Algunos elementos como el hierro, las vitaminas B1, B2 y C, los folatos, el magnesio y el cinc, son realmente importantes en esta etapa.
- Los alimentos ricos en triptófano que consiguen aumentar los niveles de serotonina (un neurotransmisor muy importante para el estado de ánimo) como pescados, carnes de ave, huevo y lácteos, así como alimentos vegetales como pueden ser el plátano, los cereales integrales y las legumbres. Parte de la serotonina se transforma en melatonina muy importante para los ciclos del sueño.
- Los alimentos con hidratos de carbono (tipo arroz, pastas y otros cereales) deben ser integrales, para que liberen la energía de una forma gradual y continuada, nos sentiremos más activos.
- Tu dieta debe ser moderada en grasa para evitar la sensación de pesadez, sueño y estómago ocupado. Elige grasas saludables y evita los alimentos tipo bollería, embutidos, casquería, etc.
- Evita los periodos de ayuno prolongado y haz al menos 5 comidas al día cada 4 o 5 horas aproximadamente, recuerda que tus comidas no deben ser demasiado copiosas. Puedes tomar la fruta del postre una hora después de las comidas para evitar sensación de pesadez y conseguir un mejor aprovechamiento de los nutrientes.
- No olvides hacer micro-pausas en el trabajo de 5 minutos cuando te encuentres fatigado, puedes aprovechar para tomar una pieza de fruta u otro tentempié.
- Hidrátate, si con cada una de las 5 comidas del día te acostumbras a tomar un vasito de agua ya estarás tomando de forma automática 5 de los 8 vasos que se recomienda tomar diariamente, es una buena costumbre para todos a los que os cueste beber agua. No hay que olvidar que todas las reacciones de nuestro cuerpo se dan medio acuoso, por lo que respetar las ingestas de este elemento es fundamental para el buen funcionamiento del organismo.
- Evita el consumo de tóxicos tales como alcohol o tabaco y elige siempre alimentos naturales, libres de conservantes y otras sustancias químicas.
- Si tienes unos kilitos de más ¡es el momento de deshacerte de ellos! Pues en ocasiones el sobrepeso es el culpable de que nos sintamos más fatigados de lo habitual, de los dolores articulares, etc. Tan sólo aumentando las raciones de frutas y verduras en tu dieta a la vez que reduces los alimentos grasos, notarás la diferencia.
- Activa tu circulación, cuando estamos cansados conviene mantenernos activos para que todas nuestras células estén bien nutridas y oxigenadas. Te sentará genial tras las horas en la oficina y el ejercicio, acabar tu ducha diaria haciendo movimientos circulares con agua fresquita en las piernas.
- Sólo si con estos consejos no mejoras, debes acudir a tu médico para valorar la opción de tomar un suplemento vitamínico. Hay que recordar que no es conveniente tomarlo de forma sistemática, pues siempre es mejor aprovechar los nutrientes del alimento directamente.
Siguiendo estos consejos, en seguida estarás al 100% para disfrutar de la primavera y de la llegada del buen tiempo.
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