Con la llegada del calor nos apetece más salir a tomar unas cervezas fresquitas para refrescarnos durante las horas de sol o aprovechar las agradables noches de verano con alguna copita, pero sabemos que siempre nos ponemos a dieta el alcohol está restringido.
Como siempre hay que hacer algún paréntesis en la dieta para atender a nuestras apetencias o a nuestra vida social, vamos a ver en el artículo, no sólo la parte negativa del consumo de alcohol, sino también la parte positiva. Os sorprenderá como un consumo moderado de bebidas alcohólicas fermentadas como la cerveza, el vino o la sidra pueden ser realmente favorables para nuestro cuerpo y mejorar nuestro estado de salud.
Consumo excesivo de alcohol y sus problemas
- Fomenta la llegada del sobrepeso u obesidad si se consume en gran cantidad, su gran aporte calórico (7 kcal por gramo) es un valor muy superior al de los azúcares. Cuanto más graduación tenga una bebida, más calorías va a contener.
- En casos de alcoholismo, cuando más del 50% de las calorías de la dieta las aporta el alcohol tendrá lugar una grave desnutrición y gran pérdida de la masa muscular. En estos casos las personas presentan un aspecto muy desmejorado y graves problemas de salud.
- Interfiere en el aprovechamiento de nutrientes como los folatos o ácido fólico, otras vitaminas del grupo B como la B1 y la B6, el calcio y el magnesio.
- Deterioro de las mucosas de la boca, faringe, esófago, estómago y duodeno, pudiendo desembocar en complicaciones que van desde una úlcera hasta un proceso canceroso. La úlcera gástrica o duodenal es la más común porque el alcohol aumenta la secreción de ácidos gástricos. Esto trae consigo síntomas como pérdida de apetito, nauseas y vómitos que agravan los casos de malnutrición.
- Inflamación y destrucción de órganos vitales como el hígado (cirrosis o hepatitis) y del páncreas (pancreatitis) ambas realmente graves, pues condicionan muchísimo la vida de las personas que las padecen.
- Alteran el aprovechamiento de azúcares y la correcta liberación de insulina, por lo que los problemas de azúcar en sangre o diabetes no tardarán en aparecer.
- Deterioro cerebral por el aumento del PH de los fluidos corporales que se asocia a problemas físicos, psicológicos y enzimáticos.
Consumo moderado de alcohol y sus beneficios
El consumo moderado de alcohol, como pueden ser de dos a tres cervezas o una o dos copitas de vino al día, tiene beneficios sobre nuestro cuerpo:
- Al inhibir la agregación de las plaquetas, consigue una mayor fluidez en la sangre y una mejor limpieza de los vasos sanguíneos, de modo que se reduce el riesgo de trombos que pueden dar lugar a diferentes accidentes cerebro o cardio-vasculares.
- Consigue aumentar los niveles de HDL también conocido como colesterol bueno.
- Reduce el riesgo de demencia ya que aumenta la acetilcolina, un neurotransmisor relacionado con la memoria y el aprendizaje.
- En pequeña cantidad el efecto sobre los azúcares es justo al contrario que cuando nos excedemos en su consumo, ya que las pequeñas cantidades ayudan a regular los niveles de azúcar en sangre y mejoran la actividad de la insulina.
- Tiene un efecto diurético por lo que ayuda a eliminar toxinas y a una mejor filtración de los riñones. Esto es así porque el alcohol inhibe la hormona antidiurética de forma temporal.
- Se relaciona con mejoras en los síntomas de enfermedades dolorosas como la artritis reumatoide y con una mejora de la masa ósea.
A pesar de estos beneficios, el consumo de alcohol sigue siendo una alternativa bastante calórica por lo que en los casos de personas que sigan una régimen de adelgazamiento, lo recomendado es evitarlo o tomar una sola cerveza o copa de vino durante el día (nunca antes de irse a la cama) y preferentemente en los días de mayor actividad.