El queso es un alimento muy valorado pero sabemos que la mayoría de los quesos pueden ser grandes enemigos de las dietas debido a su gran contenido en grasa, siendo dicha grasa saturada en su mayoría.
Los quesos que se consideran magros (poco grasos) rondan los valores de 25% de grasa aproximadamente por cada 100 g de queso, lo que significa que del trozo de queso que nos vamos a comer, aunque sea magro, aproximadamente un cuarto de lo que vemos es grasa. Los quesos curados o para untar pueden llegar a presentar un 60% de grasa.
Igualmente, sabemos que el término light se refiere a que ese alimento tiene al menos un 30% de calorías menos que el alimento original, por lo que en el caso de los quesos (que ya de por si son tan calóricos) el término light puede ser un arma de doble filo. Los quesos light son alimentos más ligeros pero en la mayoría de los casos presentan muchísimas calorías y no son aptos para las dietas de adelgazamiento.
Lo más fiable a la hora que elegir un queso es atender al etiquetado para valorar el contenido calórico. Los que son válidos para dieta son los quesos 0% materia grasa, pero no todos los light son válidos. Veremos las calorías de algunos de estos quesos (siempre por 100 g de alimento):
- El queso fresco tipo burgos tiene un valor nutricional de aproximadamente 192 kcal, un valor nutricional muy bueno para tratarse de un alimento como el queso que siempre contiene grasa, sin embargo la versión 0% de este queso reduce a menos de la mitad las calorías del producto original siendo un alimento el queso fresco 0% ideal para dieta al aportar sólo 75 kcal. El queso Cottage también es queso fresco, es fácil encontrar queso Cottage descremado. Cuidado con el queso Villalón es una variedad de queso fresco, pero su pasta es más dura lo que significa que tiene menos agua y por tanto sus calorías son más elevadas, unas 287 kcal.
- Los quesos de untar son muy valorados porque combinan a la perfección con otros alimentos tanto dulces como salados, son estupendos para tostadas o sándwiches y sirven incluso para cocinar. El queso de untar ronda las 240 kcal, mientras que su versión light está en las 154 kcal y la versión 0% del queso de untar se reduce hasta las 80 kcal/100g.
- Los quesitos en porciones deben usarse moderadamente. Tienen unas 230 kcal en su versión normal y unas 155 en su versión light.
- El requesón o queso ricotta, aunque no es un queso desnatado, lleva un porcentaje de agua mayor y por ello presenta un valor nutricional moderado de 160 kcal por 100 g. Combinado con fruta puede constituir un tentempié para las dietas de adelgazamiento bastante acertado, aunque siempre es mejor buscar una opción light (partiendo de un producto ya ligero, su versión light si será baja en calorías).
- En general, los quesos curados o duros tienen un porcentaje graso enorme y muchas calorías. Sin embargo, hay opciones que a pesar de ser más calóricas que las citadas anteriormente pueden usarse con moderación para darle sabor a nuestros platos. Es el caso del queso Parmesano que normalmente se elabora a partir de leche desnatada. Sus calorías son considerables porque casi no contiene agua en su composición (250-390 kcal) por lo que debemos asegurarnos de que el parmesano que compramos sea realmente elaborado a partir de leche desnatada para que sea lo más ligero posible. La gran ventaja, es que al ser un queso de sabor muy fuerte, con muy poquita cantidad y por tanto con pocas calorías, podemos alegrar platos como cremas de verdura, pasta, ensaladas, carpaccio
y por supuesto, debemos destacar que es realmente nutritivo.
Como vemos, teniendo en cuenta algunos puntos podemos disfrutar del queso incluso llevando una dieta de adelgazamiento. Esto es importante desde el punto de vista nutricional por ser alimentos muy ricos en fósforo, magnesio, calcio de gran biodisponibilidad (muy aprovechable) y vitaminas.