Son muchos los pacientes que nos comentan dudas con respecto a la fruta. Algunos piensan que es mejor tomarla antes de la comida, otros están convencidos de que engorda e incluso algunos tienen la falsa creencia de que es malo tomar fruta después de las comidas.
A continuación veremos algunos falsos mitos y verdades sobre este tema:
Digestiones pesadas
Si tomamos la fruta como postre, está claro que estaremos cargando el estómago con unos 120-180 gramos extra, es decir que la digestión puede ser algo más pesada, sobre todo en personas con estómago sensible, personas que se han sometido a algún tipo de cirugía bariátrica (reducción de estómago o similar) o personas a las que se les haya extirpado la vesícula biliar o presenten cálculos biliares.
Además de esto, la fruta contiene azúcares que fermentan en seguida en el estómago tras ser ingeridos. Si tomamos la fruta entre horas (con el estómago vacío) esta fermentación es prácticamente inapreciable, pero con el estómago cargado de comida se traduce en un vaciado gástrico más lento y con ello, en una digestión más pesada.
Sin embargo, hay personas que no experimentan ninguna molestia digestiva tras tomar la fruta como postre. En este caso, tomar fruta como postre es un hábito saludable que pueden llevar a cabo sin ningún tipo de inconveniente.
Suma calorías
En este punto, volvemos a hacer uso del sentido común. Una ración de fruta nos puede aportar entre 100 y 200 calorías, lo cual no significa que engorde, sino que suma calorías como todos y cada uno de los alimentos.
Si estamos haciendo una dieta de adelgazamiento, siempre es más recomendable tomar infusión tras las comidas (que no suma calorías) y dejar la fruta para tomar entre horas, ya que nos esteremos ahorrando algunas calorías diariamente. Un ahorro de unas 150 kcal a diario supone un ahorro de 750 kcal a lo largo de 5 días, de modo que podremos permitirnos algún capricho el fin de semana para romper un poquito con la dieta, al menos los días sociales, algo que es muy importante desde el punto de vista psicológico.
Si nuestra dieta es un menú semanal para comer sano o simplemente una dieta equilibrada (para cuidarnos comiendo bien) podemos tomar la fruta tanto en los postres como entre horas, ya que su carga calórica no es ni mucho menos exagerada y nos aporta multitud de beneficios.
Fruta antes de la comidas
Algunos pacientes están convencidos de que si toman la fruta antes de la comida tendrán digestiones más ligeras y evitan engordar. Esto no tiene ningún sentido, ya que tomada antes o después, cuando comience la digestión tanto la fruta como la comida estarán ya mezclados en el estómago, por lo que si tenemos tendencia a digestiones pesadas esto ocurrirá igual.
Tampoco tiene sentido pensar que si tomas la fruta antes de la comida vas a engordar menos, ya que estamos hablando de la suma de calorías de la fruta más la comida o de la comida más la fruta, el resultado será exactamente el mismo.
Sí es cierto que si tomamos antes la fruta nos puede saciar y es posible que tomemos menos comida, pero ésto es un arma de doble filo, ya que comer poco no es la mejor solución para adelgazar. Es muy común encontrar pacientes que por comer muy poco presentan una enorme tendencia a coger peso que se acentúa con el paso de los años.