Los prebióticos son aquellos componentes de la dieta que no pueden ser digeridos ni absorbidos en su paso por el estómago e intestino delgado, por lo que llegan al colon casi intactos y sirven de alimento a las bacterias beneficiosas que habitan en él.
La digestión bacteriana de los prebióticos libera unas sustancias denominadas Ácidos Grasos de Cadena Corta (AGCC) que consiguen acidificar el PH del intestino, impidiendo la proliferación de bacterias patógenas (malas) y beneficiando la implantación de bacterias "buenas" en el intestino.
La mucosa gastrointestinal presenta una superficie de 150 a 200 m², un tamaño realmente grande si lo comparamos por ejemplo con la superficie de nuestra piel, unos 2 m². Esta enorme superficie del intestino está colonizada por un gran número de bacterias, lo que cual hace que el intestino tenga un inmenso potencial metabólico con efectos regulatorios sobre multitud de funciones corporales.
La diversidad de nuestra flora intestinal, depende principalmente de los siguientes factores:
1. Alimentación
2. Factores genéticos
3. Estado fisiológico y/o patológico
Tipos de prebióticos
Los prebióticos suelen ser hidratos de carbono no digeribles. Los más conocidos son los siguientes:
- Disacáridos Cómo la lactulosa y el lactitol. Provocan un aumento selectivo de bacterias buenas como bifidobacterias, lactobacilos y estreptococos y se relacionan, con una disminución de las bacterias patógenas.
- Oligosacáridos Son muy utilizados debido a que presentan dos grandes ventajas que son su bajo poder calórico y bajo efecto de formación de caries. Un tipo muy común en nuestra dieta diaria son las "oligofructosas" pues aparecen en concentraciones bastante elevadas en alimentos como alcachofas, ajos, cebollas, espárragos y achicoria.
- Polisacáridos Existen varios, siendo la insulina el más representativo. Se obtiene de la achicoria y sus efectos como prebióticos se han probado con éxito en humanos.
- Almidones resistentes Existen diferentes tipos de almidones y aparecen en alimentos como la patata, la banana, el maíz, etc.
Efectos beneficiosos de los prebióticos
Los prebióticos suelen ser hidratos de carbono no digeribles. Los más conocidos son los siguientes:
- Favorece el mantenimiento o la repoblación de "bacterias buenas" en el intestino (efecto barrera) impidiendo la proliferación de bacterias patógenas y favoreciendo así el sistema inmunitario.
- La microflora intestinal desarrolla un importante papel en las funciones bioquímicas y metabólicas, que reducen el nivel de ciertos factores de riesgo relacionados con el cáncer de colon.
- La presencia de carbohidratos fermentables de este tipo inhibe la formación de compuestos tóxicos (fenol, indol y amoniaco).
- Se ha comprobado en animales, que el consumo de prebióticos es capaz de reducir los niveles de lípidos circulantes (colesterol y triglicéridos) y que puede mejorar la absorción de ciertos minerales.
Los alimentos integrales y todas aquellas frutas, verduras y hortalizas ricas en fibra son una excelente fuente natural de alimentos prebióticos.