Aunque la mayoría de vosotros sois conscientes de la seguridad de calentar alimentos en el microondas, todavía hay algunas personas que sentís preocupación por usar el microondas para calentar los platos de comida al microondas. A continuación, os exponemos las realidades acerca de este electrodoméstico tan útil y tan presente en nuestros hogares.
Su funcionamiento es muy sencillo, mediante un dispositivo llamado magnetrón, se generan unas microondas que, con la ayuda de un ventilador, se encargan de calentar con su intensidad las moléculas de agua contenidas en los alimentos.
Es rápido, cómodo y fácil de utilizar, acortando nuestro tiempo en la cocina de forma considerable. Ahora bien, ¿puede generar problemas su uso?
En cuanto a la carga microbiana de los alimentos, es importante recalcar que no son capaces de eliminar bacterias de forma eficaz ya que puede darse un calentamiento desigual en su utilización, por ello, es importante utilizarlo en alimentos que sepamos de antemano, no están contaminados (congelados, previamente cocinados, o exentos de patógenos con total seguridad).
Para asegurar calentamientos homogéneos, es interesante no amontonar los platos o su contenido a la hora de calentarlos, también es útil remover a mitad del calentamiento para platos más grandes o con poca humedad. Los platos más secos pueden ser más difíciles de calentar adecuadamente ya que recordemos, el microondas calienta el agua de los alimentos.
Raciones medidas como las nuestras, controladas en cantidad, distribuidas de forma homogénea en la barqueta y de fácil manejo, garantizan un mejor calentamiento.
Pasando a la preocupación que más controversia genera, NO, no se ha evidenciado que sea responsable de causar cáncer. Las microondas no son radiaciones ionizantes, por lo que no existe capacidad mutagénica como ya apuntó la OMS (Organización Mundial de la Salud) en su última hoja informativa acerca de estos hornos microondas.
Algo que debe tenerse en cuenta durante su utilización en cuanto a salud se refiere, es evitar calentar comida en plásticos con bisfenoles, ya que se ha evidenciado que éstos podrían pasar al alimento, pudiendo afectar a nuestra salud hormonal. Escoge siempre plásticos libres de bisfenoles preparados para calentarse al microondas, como los nuestros.
¡Y recuerda no colocar objetos metálicos en su interior! Las ondas se reflejarían, chocarían y generarían chispas.
Estamos rodeados de ondas: la luz, las ondas de radio, la televisión... que no tienen capacidad de alterar nuestro ADN. Cuida por tanto que tu microondas esté en buenas condiciones, calienta en él los platos que necesites, en recipientes adecuados para ello, y sobre todo, genera un entorno saludable acompañado de una vida rica en antioxidantes para frenar el estrés oxidativo al que estamos expuestos en nuestro día a día; favoreciendo así la reparación del ADN y la reparación celular, que pueda haberse dañado a lo largo del día por distintas fuentes o mutaciones aleatorias que puedan sucederse.
Céntrate más en tener un estilo de vida sano para tener unas células protegidas, y deja que el microondas te ayude a ahorrar tiempo, estrés y a ganar salud cuando lo necesites. Y si aún así sigues prefiriendo evitar el microondas, recuerda que puedes calentar nuestros platos al baño maría o volcando su contenido en una sartén o cazuela.