Esta semana veremos una versión light de la ensalada griega no sólo pensando en ella como complemento para las dietas de adelgazamiento sino pensando en evitar el exceso de grasa saturada que aportan los quesos con los que se elabora esta ensalada tradicionalmente. Sabemos que la grasa saturada es capaz de provocar radicales libres en nuestro cuerpo, siendo éstos los culpables de un gran número de enfermedades crónicas, por lo que debemos evitar su consumo en nuestro día a día y decantarnos por un consumo ocasional cuando estemos hablando de alimentos tan grasos como los quesos.
Ingredientes
2 tomates de ensalada.
100 grs. de queso fresco 0%.
3-4 anchoas escurridas.
Unas hojas de rúcula.
Alcaparras (opcional).
1 cucharada de aceite de oliva.
1 cucharadita de vinagre.
Sal.
Elaboración
Lavamos los tomates y la rúcula. Troceamos los tomates en cubitos y los colocamos sobre las hojas de rúcula. Añadimos el queso cortado también en cubos y colocamos por encima las anchoas troceadas.
Para elaborar la vinagreta, mezclamos el aceite de oliva, el vinagre y sal. Cuando esté ligado, añadimos las alcaparras. En el momento de servir aliñamos la ensalada con la vinagreta.
Comentario del dietista
El tomate aparece en cantidad en la ensalada por lo que será muy rico en retinol, beta-caroteno, vitaminas del grupo B y potasio.
La rúcola es un vegetal poco conocido con un sabor muy característico bastante fuerte. Se puede sustituir o mezclar la rúcola con canónigos para suavizar el sabor, ambos ricos en ácido fólico y antioxidantes.
El queso fresco 0% aportará muy pocas calorías a la ensalada y le dotará de mayor poder nutritivo al sumar calcio de fácil absorción y fósforo.
Las anchoas y las alcaparras, además de darle un toque de sabor, aportan al plato proteínas, omega-3, calcio, magnesio y yodo.