Hoy proponemos una ensalada especialmente ligera pues no incluye ningún alimento proteico. Es por este motivo, que nunca debe tomarse como plato único sino que debe combinarse con una proteína de buena calidad (pollo, pavo, pescado, huevo, marisco ) e incluso un trocito de pan, para así tener un menú completo y equilibrado.
Ingredientes (para una persona)
Escarola (base).
100g. de alcachofas cocidas.
100g. de espárragos gruesos.
Ajo picado.
Perejil.
1 cucharada de aceite de oliva virgen.
Sidra natural.
Zumo de limón.
Elaboración
Lavamos y deshojamos la escarola y posteriormente la troceamos en ramilletes.
Picamos el perejil y el ajo muy fino. Troceamos las alcachofas en cuartos y los espárragos en trocitos (se pueden comprar alcachofas y espárragos ultra-congelados para simplificar la receta ya que el congelado no afecta a su valor nutricional).
En una cazuela baja ponemos los ajos picados a fuego suave con ½ cucharada de aceite de oliva, añadimos las alcachofas y los espárragos. Añadimos la sidra y si le hiciese falta un poco de agua y lo dejamos cocinándose. Mientras ponemos una base de escarola en el plato y la aliñamos con ½ cucharada de aceite, limón y sal.
Cuando las alcachofas y los espárragos de la cazuela estén tiernos, los añadimos al plato. Ya tenemos nuestra ensalada templada de alcachofas y espárragos lista para tomar.
Comentario del dietista
Estamos ante un plato muy completo desde el punto de vista nutricional si nos fijamos en el aporte de antioxidantes, vitaminas y minerales del plato. Su aporte en fibra es muy alto por lo que ayudará a mejorar el tránsito intestinal siempre que bebamos suficiente agua. Es además un plato muy diurético por la combinación de las alcachofas y los espárragos principalmente, por lo que está muy indicado en los casos de retención de líquidos.
Esta ensalada es una forma diferente de comer verduras, algo que se agradece durante las dietas de adelgazamiento o cuando nos hemos propuesto empezar a comer sano por alguna razón en particular (salud, embarazo, cambio de hábitos ) y cometemos el error de caer en la monotonía. No es una receta apta para las mujeres lactantes, ya que ambos alimentos pueden interferir en el sabor de la leche materna.