Hemos visto otras semanas opciones de helados, granizados y sorbetes muy ligeros elaborados a base de frutas, pero sabemos que la fruta también tiene azúcares y que durante si seguimos un menú semanal para adelgazar es mejor evitarla en las noches, cuando sabemos que ya no vamos a llevar a cabo ninguna actividad más que estar en casa relajados e irnos a la cama.
Entonces podemos preguntarnos ¿y si me entra ansiedad a esas horas? Pues aquí siempre tenemos que acordarnos de los granizados a base de infusiones, un capricho que podemos calificar como 0% porque sus calorías son casi inapreciables. Debemos evitar elegir las infusiones a base de frutas desecadas pues esas sí pueden tener más calorías.
Este tipo de granizados es apto para tomar a cualquier hora del día si nos fijamos en sus calorías pero hay que ser cuidadoso como siempre y evitar el exceso de infusiones como té (rico en teína una sustancia excitante) o plantas con efectos diuréticos.
Es esencial elegir infusiones adecuadas a cada hora del día. Los tés son ideales por las mañanas porque nos estimulan y nos ayudan a comenzar la actividad diaria con ganas. Tras las comidas las infusiones tipo manzanilla o tomillo para facilitar las digestiones y en las noches, mejor las que son relajantes como la amapola, melisa, pasiflora, tila, etc. eligiendo los sabores que más agradables nos resulten.
En casos de seguir una dieta durante el embarazo y la lactancia, siempre hay que consultar las infusiones que se desea consumir y no hacerlo por cuenta propia. Hay algunas como eucalipto, regaliz, poleo-menta, raíz colorada, aloe vera o zarzaparilla que están desaconsejadas.
Elaboración
En este caso ni siquiera necesitamos definir una receta concreta. Bastará con añadir la infusión, ya fría y endulzada (con edulcorante sin calorías) a un vaso con hielo picado. La infusión se puede adornar siempre con hojas de menta picadas o en infusión, con un chorrito de limón, unas hojas de hierbabuena, etc. Y para los que no estén controlando su peso o sigan una dieta para comer sano, pueden usar un poquito de miel para endulzarlo.
Otra opción para los que no sean muy amantes de las infusiones tradicionales, es usar los adornos del caso anterior, como por ejemplo la menta, para hacer una infusión con ella. Es mejor usar poco agua para que quede más sabrosa, lo dejamos enfriar y añadimos a continuación el zumo de un limón y el edulcorante. Ahora, preparamos el vaso con hielo picado y lo mezclamos bien. Aunque esta opción sí lleva fruta, los azúcares en el limón son mucho más escasos por lo que sigue siendo una buena opción para calmar la ansiedad en horas conflictivas.